Un oráculo es una respuesta espiritual que normalmente responde a preguntas con fines adivinatorios.

Aunque no tuviera aún ese nombre es lo que el chamán o el brujo de la tribu ha hecho toda la vida, canalizar respuestas a dudas e inquietudes.

Todas las civilizaciones han tenido sabios que pudieran predecir la suerte de sus reyes, de su pueblo, de sus batallas, de su salud o de sus alianzas. Ya fuera a través de oráculos o de ciencias como la Astrología.

Lo que no sabemos nos genera inquietud y nos conecta con el miedo. Estamos tan desconectados de nuestra esencia y sabiduría interna que necesitamos herramientas, métodos, o incluso personas que nos digan que todo va a estar bien; o incluso que tomen decisiones por nosotros.

Pero todas estas herramientas se pueden usar de otra manera. Podemos usarlas para empoderarnos, para tomar perspectiva y ver mejor el momento  por el que estamos pasando entendiendo cuáles son los aprendizajes, quizá ocultos, que nos regala cada situación.

Un oráculo puede ayudarte a encontrar las respuestas que necesitas, dentro de ti, para que puedas tomar la responsabilidad de tus acciones con más conciencia.

Soy de la opinión que el futuro no está escrito y que nuestra más o menos conciencia, en nuestros actos presentes, puede llevarnos hacia un destino o hacia otro totalmente distinto. Aunque, eso si, haya aprendizajes que no se puedan evitar y que hemos venido ha vivir en esta vida. Y cierto es que los podemos sufrir más o menos, aprenderlos, traspasarlos, o no. A veces ni siquiera somos conscientes de estos preciosos regalos que nos entrega la Vida.

Para adiviniar y predecir el futuro se han usado múltiples herramientas a lo largo de los historia: piedras, los elementos de la naturaleza (aire-agua-fuego-tierra), el cuerpo humano o de animales, dados, libros, cartas, etc.

Y de esto han nacido también distintos métodologías, como el I Ching o el Tarot.

Yo, cómo oráculos de aprendizaje espiritual, uso las cartas. Distintos tipos de cartas que me inviten a reflexionar, a conectar con el aprendizaje que hay detrás de cada mensaje y ver con qué mejor actitud puedo afrontar una situación en un momento concreto.

A veces no me hacen sentido (más porque no estoy ese día realmente abierta a recibir) pero sí la gran mayoría y mucho más con la práctica continuada.  Es como aprender un idioma, cuanto más lo practicas más lo entiendes y más útil te es. Más abierta y conectada estás con esta herramienta.

Y aunque parece que sea una herramienta externa a nosotras, para mi, es un descodificador. Una vía de re-conexión.

Las cartas, los oráculos, facilitan el recibir y canalizar tu propia sabiduría, te ayudan a oír/sentir las respuestas que tu tienes para ti, que son siempre las que más te servirán para aprender, crecer y vivir con mucha más paz interior.

CÓMO USAR UN ORÁCULO Y CÓMO DESARROLLAR TU CONCIENCIA A TRAVÉS DE ESTA PODEROSA HERRAMIENTA.

Cómo te he comentado hay infinidad de oráculos. Hay algunos que requieren de una metodología específica y otros que sencillamente te invitan a sacar una carta. Te propongo que empieces con estos para practicar y probar.

  1. Elige un oráculo que te atraiga ya sea por sus mensajes, su autor, su temática… O déjate sorprender o ayudar por alguien que ya los use.
  2. Cuando vayas a sacar la carta te recomiendo: tomar aire profundamente y soltar. Soltar para vaciarte, frenar tu mente y abrirte a recibir.
  3. Pide un mensaje para algo en concreto o sencillamente pide un mensaje para ti. Ya sentirás a qué se refiere al leerlo y mucho más con la practica continuada.
  4. Toma otra respiración profunda para anclar ese mensaje y deja que vaya calando en ti y en tu subconsciente.
  5. Quizá en algún momento del día lo recuerdes, quizá no… Pero si estás atenta verás que la vida te regala muchas sincronías y apoya ese mensaje. No es por nada que lo recibiste 😉

¿Usas ya algún oráculo o algún tipo de cartas o herramientas para poder obtener respuestas, paz o guía en alguna situación?

Me encantará que me lo compartas en los comentarios, y así descubrimos todas nuevos recursos. ¡Te leo!