¿Te sientes mediocre? ¿Alguna vez te lo han dicho?

No hace falta que me respondas ni me expliques nada para poder decirte con seguridad que NO. No eres mediocre.

Otra cosa es que hagas las cosas sin implicarte. Que no las termines, que no pongas todo de ti. Quizá vivas a medias, no expreses toda tu creatividad, no te creas lo que vales o no recuerdes que lo mereces todo.

Para mi la autoexigencia tiene mucho que ver. Y el miedo. El miedo a no ser aceptada. El buscar tu valor fuera de ti.

La mediocridad y el que sientas que nunca está algo lo suficientemente bien son las dos caras de la misma moneda. Tener miedo a que lo que haces no guste y no seas aceptada. En los dos casos crees que el problema es que tu eres mediocre. Es la creencia de que ‘No eres lo suficientemente buena’. Espeluznante afirmación.

Hay los que nunca están contentos y satisfechos con su trabajo… y los que nunca se esfuerzan demasiado porque total, para qué… ¿No te parece que las dos caras expresan poca confianza en si mismos?  A los primeros no les llamarías mediocres, aunque ellos quizá lo sientan porque les parece que nunca lo hacen los suficientemente bien. Los segundos puede que te parezcan mediocres por no esforzarse, por no dar lo suficiente, por no sacar lo mejor de si mismos. Y puede que también ellos lo sientan.

Yo siempre sentí que era de los segundos. Cuando alguien habla de las ‘personas mediocres’ algo se me remueve por dentro. Porque si, porque sé que me he guardado mucho dentro por pensar que no valía nada lo que yo tenía que dar, decir o aportar. Y para qué darlo si total nadie lo va a valorar. O peor, lo van a valorar para mal. Y en cualquier caso no me van a aceptar y reafirmaran mi creencia de que ‘no soy lo suficientemente buena/válida/capaz’.

Porque he tenido gente a mi alrededor que no ve lo que hago bien o lo que ya he hecho y solo valora lo que no hago bien y lo que me falta por hacer/aprender/recorrer.

Ese fue el origen pero que ahora yo lo perpetúe o no es mi responsabilidad. No me puede servir como excusa. Y es verdad que es uno de mis mayores bloqueos. Una de mis voces interiores más fuertes cuando tengo miedo y necesito una excusa para protegerme.

Me digo: – Ya lo sé que ‘eso que he hecho no está demasiado bien’ pero es que no me he esforzado, solo he salido del paso.

Y así siento, desde el inconsciente, que no es bueno lo que he dado porque yo no he querido y no porque no sepa o valga.

Menuda tonería-historia-pajaMental nos podemos llegar a montar para ‘protegernos’ y proteger nuestras heridas. En lugar de sanarlas.

Me molesta que etiquetemos a las personas. Me molesta que me etiqueten. Soy consciente del daño que me ha hecho a mi y del daño que hace. Y me enfada la ligereza de los que las usan.

La RAE dice:

Mediocridad

nombre femenino
  1. 1.
    Cualidad de mediocre.
    «la mediocridad de las telas era evidente»
  2. 2.
    Persona o cosa mediocre.
    «se cree genio pero es una mediocridad»

‘Persona’ no puede ser mediocre. En todo caso sería: persona que se expresa sin entregar todo su saber y toda su pasión.

U otra definición podría ser: Cualidad de mediocres, se aplica a algo que no está bien acabado o que se ha hecho sin interés.

Estoy de acuerdo en que haya algo que pueda hacerse mucho mejor. Pero un SER no puede SER mejor. Es perfecto. Y nuestro trabajo es aprender a poder expresar el SER que somos sin miedos y sin límites.

Creo que reconocerlo es el primer paso para atreverme a dar todo lo que hay en mi, a expresar todas mis capacidades y potencialidades. A valorarme yo para no necesitar la aprobación de los demás. A compartir por pasión y no para mendigar amor.

Es como cuando se habla de las personas tóxicas. Esto me da para otro tema. Se me revuelven las tripas con tales afirmaciones y juicios morales.

 

Aunque hayas crecido, aunque hayas perdido la inocencia o la ilusión, aunque ya no creas en la magia, aunque no creas en ti… sigues siendo un ser completo.

Eres amor, eres luz, eres vida, eres abundancia, eres expansión, eres tu y eres yo. Somos todo.

Exprésate, atrévete a compartir tu creatividad. Escuchando lo que tu sientes cuando lo haces y no lo que dicen los demás.